Sangre en mis cutículas
Te extraño. Mas que al aire que respiro, que solo es humo de cigarro. Mas que a la vida de la gente que muere con cada segundo de esta letra. Mas que a mi nacimiento y que a la comida (que no tiene sabor, insípida, igual. Comida que ya no como, prefiero que mis vísceras se devoren a si mismas antes de volver a probar otra cosa que no sean tus labios) Y vaya que extraño la comida. Pero no se puede extrañar nada más que no sea la vida, y mi vida está contigo. En tu almohada, en tus dedos, en las ultimas caricias que me diste. En la mirada perdida que expresaste cuando te mentí, te mentí para que no te preocuparas, para que pensaras que estoy bien. No lo estoy, no ahora. No se puede vivir con el alma colgando entre los dedos de los pies, que con cada paso que doy sin ti, se destroza, se desgasta y se duele. Se duele por ser ella, y por no tenerte a su lado. Por eso escribiré, este es mi desahogo. Escribiré hasta que mis dedos sangren, hasta que el dolor sea más que el dolor de...