Carta de un observador
No suelo preguntar mucho, tampoco contar demasiado. No más de lo normal, no menos de lo necesario. Pero esta historia, merece ser relatada. Pues como escucha me mantuve, desglosando cada parte, observando hasta lograr captar la esencia vital de lo que el amor significa. Sin embargo no tuve éxito. Por más que se observe, o que se sienta, el amor, no puede ser contado con ideas. “Más que volver a pisar un escenario, más que leer un poema, más que volar, más que todo ” Fueron sus palabras. No cualquier tipo de palabra sin sentido, palabras especialmente para ella. Ella, tan callada, sensible, angelical. A pesar de toda su aura, inexpresiva, como la nieve que ve morir las hojas de una rosa, sin embargo, no deja de ser hermosa. En sus ojos te puedes perder por días, meses, años, décadas, con tan solo mirarlos una milésima de segundo. Dice tanto al callar, que su silencio puede ser tan abrumador como las voces de mil mujeres desnudas. Sin embargo, sus labios se mantienen cerrados. E...