Olvídame
Puedes
olvidarme, odiarme, hacer que deje de existir. Matar mi recuerdo y vivir feliz
sin una pizca de mí en tu mente. Pero tu cuerpo recordará mis brazos, rodeando
tu espalda, mis labios explorando tus muslos, mis ojos descansando en tus
labios y mis dientes clavados en tu cuello.
Puedes
estar con otro hombre, pero cada que gimas, tus cuerdas bucales querrán
pronunciar mi nombre, tu lengua querrá volver a pelear contra la mía, tus
piernas buscarán apretar mi cadera, tus pulmones querrán beber de mi aliento; y en cada uno de tus orgasmos, dirás mi
nombre susurrando.
Recordarás
mis manos, y las de él te quemarán cuando toquen los lunares de tu piel, los que yo aprendí de memoria. Sus torpes dedos no sabrán tocar las delicadas notas de tu
vientre, sus labios brutos sangrarán al besar la boca que tantas veces
pronunció mi nombre. Y me recordarás, por un momento, por una vida. Estaré
ahí; junto a ti.
Escuchando
los silencios en los que piensas en mi sin quererlo.
Buscando
las miradas dudosas que lanzas para asegurarte de que no estoy cerca.
Caminando cada
paso que des cuando camines descalza por el pasto.
Estaré ahí,
amor. Para que me recuerdes.
Y para que me duelas.
Comentarios
Publicar un comentario