Ven soledad, y abrázame hasta que me quede dormido. Deja que
mis heridas sangren entre tus blancas manos, soy humano después de todo, y mi
dolor es todo lo que tengo para pagarte.
Tú, junto con tu olor a tabaco y ron, acurrúcate entre mis brazos ya
cansados de mis errores y busca la parte mas grande de mi alma entre los escombros
que hay en el suelo. Me caigo a pedazos y tú eres la única realidad de la que
gozo.
Ven soledad, con tu canto hiriente y con tus sollozos entrecortados. Ven a arreglarme, o a intentarlo, o a acompañarme siquiera. Tan solo ven, para que no recuerde la
perfección en la que solía creer, para que devuelvas a mi vista los colores que
se han ido.
Eres lo único que me queda.
Comentarios
Publicar un comentario