Amor de recuerdos

Se le llama amor. Si, lo recuerdo ahora. Ya que estoy acostado aquí, hablando con el techo que me bloquea la triste vista a la luna. Hablando mientras recuerdo como ha pasado todo. Como es que pude hacer tal atrocidad como dejarte sola.
Ausente. Esa es la palabra que te define. Es perfecta para lo que eres ahora, un fantasma de lo que fuimos. Un pedazo de nostalgia ambulante, llena de lágrimas y de miradas tímidas que medio miran hacia mi dirección. Eso es lo que eres en este momento. Nada.
Escucho en mi mente como todavía te decía te amo. Escucho en mi mente el momento en que no podía más. Ese momento en el cual estábamos tan separados el uno del otro y al mismo tiempo estábamos juntos. El instante donde te dije “necesito pensar las cosas… estoy confundido” palabras clásicas para un amor a punto de morir. Lo dije a distancia, más que por deber, porque no podía retener el valor suficiente para poder decírtelo al rostro, para ver tus ojos plasmados de tristeza implorando que lo que esté diciendo sea mentira, sea un sueño, una pesadilla.
Colgué, y trate de no pensar eso en el día. Intentaba no hacerlo, pero cada palabra, cada lugar y cada momento me recordaban constantemente a ti, a tu voz cortada y a tus lágrimas contenidas en tus cuerdas bucales.
Dos semanas después de eso no tenía el valor de verte a la cara. Me dolía verte así, odiaba sentir como la tristeza te invadía. Lo más triste era saber que el verdugo que partió tu corazón, fue alguna vez el hombre que robaba tus sonrisas. Hablamos una vez, terminé todo. Con palabras dulces que se volvieron directas. Con una triste despedida debido a que no pude aguantar más el ver tu cara plagada de tristeza. No pude, yo no soy tan fuerte.
Pasaron los días, y cada vez te desvanecías más y más. Te extrañaba. No sabía por qué había hecho lo que hice. Me encontraba mas confundido que antes. Solo que era peor, ahora también estaba triste.
Ahora bien, aquí ante mi cuarto obscuro y tenebroso, tu imagen regresa a mí. Golpeando constantemente mi sueño, obligándome a despertar sintiendo tus labios en mi mejilla, sintiendo tu mano en tu mano. A despertar en busca de tu abrazo.
No entiendo porque ha pasado. No recuerdo por que lo había hecho. Simplemente entiendo que te amo.

Comentarios

  1. yo pensé que al final dirías algo como que esa era tu tristeza contenida...

    Me agrada! Vamos a tomar cursos al Claustroooo! :D

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Conversación número 20

Pensando en lo mucho que te quiero